A propósito del proyecto del Mausoleo para El Libertador, una de sus referencias más importantes es la del Panteón de Agripa, en realidad mandado a construir por Adriano. Es un edificio único.
Por su sencillez absoluta. Por su desnudez formal. Por su trabajo con la luz natural que al penetrar por la parte superior crea una atmósfera indescriptible. Por su total entrega al gran tema de la arquitectura: el espacio. Y también por la audacia constructiva de que dio muestras en su época, hace unos dos mil años.
Quien vaya a Roma debe visitar el Panteón para deslumbrarse y rendir homenaje a la arquitectura de todos los tiempos. Así lo hizo nuestro Sebastián Francisco de Miranda cuando pasó por Roma. Mañana, transcribiré la parte de su diario donde describe su visita al Panteón. Es para disfrutarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario